domingo, 12 de junio de 2016

Cánones



Me encuentro en mi hogar privado, en mi propia cama (porque sí, es de mi propiedad), con mi propio prisma y mis propias cortinas moradas, mis propias sábanas y mis propias frazadas... en un lugar tan mío como lo es y seguirá siendo este blog... ¿Cuántas veces en mi vida recurriré a esto? Las veces que estime necesarias... porque la literatura es parte de mi vida y lo que escribo es lo que estoy siendo... porque a veces a cada gran paso, grandes complicaciones y ganas de expresar en retórica lo que sucede, me, sucede.
Dos semanas es el tiempo que ha transcurrido desde mi última sesión y me ha llevado a pensar cómo serán mis días cuando termine? Tanta información sobre mi misma que debo recordar, que debo leer en mi piel... en mis venas... en mis huesos... en mis músculos... en mis órganos... esta todo ahí, retenido, elástico y fuerte. Aguantaré lo que sea... cuando esté llorando sola y todo me sobrepase... pasará y habrán más herramientas para hacerle frente. Como dijo algún maestro yogui: a mayor luz, mayor oscuridad. Los ciclos espirales no son gratuitos y la alineación planetaria no existe porque sí. Ahora bien, ¿cómo se conecta todo esto? La respuesta, es mirar hacia adentro y alumbrar.
Martes... el enfrentarme a ella y todo lo que ha significado varios años de mutismo. Martes... enfrentarme a él y lo que haya significado para mi todo lo ocurrido; cansancio. Jueves... enfrentarme a ella y poder desintegrarme para volver a juntarme. Jueves... enfrentarme a ellos y ser una mujer adulta.

Resonancia: una mujer adulta.
En una semana escalaré cumbres que no había escalado por miedo a caerme... ¿y si me caigo qué? Habré de recogerme, rearmarme... no estoy sola... con mayor fuerza siento que no estoy sola y soy más fuerte de lo que esperaba. Así será.




No hay comentarios: